Georgia es la cuna del vino. Las raíces del vino georgiano se remontan a la antigüedad. En el asentamiento Shulaveri fue descubierto el resto de vino más antiguo del mundo de hace 8000 años. El método de elaboración de vino georgiano es único, en las ánforas de arcilla  (qvevri) enteradas bajo la tierra. El método de elaboración de vino georgiano fue reconocido por UNESCO como el patrimonio mundial intangible. La Qvevri es un recipiente especial para la fabricación de vino. Las fases de producción y consumo se han ido desarrollando durante miles de años hasta la actualidad, y todavía mantiene la misma importancia en la elaboración de vino en Georgia. El vino y Georgia es un organismo único, la vid y el vino está fuertemente vinculado y tiene sus raíces en la profundidad del remoto historia y existencia del país.

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Las amplias redes comerciales de las Rutas de la Seda transportaban algo más que mercancías y bienes preciosos. De hecho, el constante movimiento y mezcla de poblaciones provocó la transmisión generalizada de conocimientos, ideas, culturas y creencias que tuvieron un profundo impacto en la historia y las civilizaciones de los pueblos euroasiáticos. Los viajeros a lo largo de las Rutas de la Seda se sintieron atraídos no sólo por el comercio sino también por el intercambio intelectual y cultural que tenía lugar en las ciudades a lo largo de las Rutas de la Seda, muchas de las cuales se convirtieron en centros de cultura y aprendizaje. De este modo, la ciencia, las artes y la literatura, así como la artesanía y las tecnologías se compartieron y difundieron en las sociedades.

La ruta del Cáucaso ganó importancia en el siglo VI después de que el enfrentamiento entre Bizancio e Irán comenzara a hacer que no fuera rentable entregar seda a Bizancio y otros países mediterráneos a través de Irán por razones económicas y de seguridad. En tales condiciones, la cuestión de una ruta alternativa se volvió muy urgente. Los comerciantes de Asia Central que suministraban seda china a Bizancio intentaron explorar una nueva ruta, concretamente la que iba hacia el norte desde el Mar Caspio, cruzaba la cordillera del Cáucaso y se dirigía a Bizancio a través de Georgia. Se sabe que la primera caravana cargada de seda pasó por esta ruta en el año 568. Muchos castillos y palacios antiguos de Georgia son testigos mudos de la Gran Ruta de la Seda.

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Georgia ha estado en una encrucijada estratégica a lo largo de la historia y lo sigue siendo hoy en día. Durante siglos, sirvió como parada en las rutas comerciales entre Este y Oeste. A medida que los comerciantes pasaban, los georgianos tomaron prestados y asimilaron los sabores y aromas de las tradiciones culinarias de los visitantes, lo que llevó a la creación de una cocina única con innumerables platos tradicionales con sabores y aromas singulares, aportes a la identidad culinaria del país. La cocina tradicional georgiana combina carnes frescas y verduras  frescas, hierbas y especias en platos claramente sabrosos que se consideran entre los más saludables del mundo. Ya sea preparada para una celebración (supra) o para una comida diaria, la cocina georgiana siempre encuentra su expresión más auténtica en casa entre amigos.

El canto polifónico georgiano, reconocido por la UNESCO como obra maestra del Patrimonio Inmaterial, se remonta a la antigüedad y fue, y aún hoy es una parte esencial en cada etapa de la vida  de los georgianos.